En el mundo globalizado y competitivo en el que vivimos hoy
en día, donde el cliente es el rey, es fundamental conseguir que nuestros
clientes estén satisfechos. Hasta la última revolución industrial ocasionada
por la informática, los nuevos materiales y las comunicaciones, las empresas
desarrollaban su actividad en un entorno estable, donde los clientes eran más
bien pasivos al existir más demanda que oferta en el mercado. Los ciclos del
producto eran largos y la competitividad mucho menor a la actual. Ahora, el
avance tecnológico ha posibilitado la superproducción de bienes y la
globalización del mercado.
Debemos integrar la satisfacción de los clientes dentro de
la estrategia de nuestra empresa y para ello debemos aprender a gestionar y
medir esta satisfacción.
La satisfacción del cliente, punto clave de la estrategia
empresarial
El cliente es el que decide qué producto quiere comprar,
cuándo lo quiere comprar y cuánto tiempo está dispuesto a esperar hasta que se
le sirva. La satisfacción del cliente es la parte más importante de la
estrategia empresarial ya que proporciona los siguientes resultados:
- Compras repetitivas. Los clientes satisfechos vuelven a
comprar el mismo producto cuando surge nuevamente esa necesidad.
- Cross buying. El cliente satisfecho compra otro tipo de
productos que ofrece nuestra empresa. Por ejemplo, una persona que hace tiempo
compró un heladera XX con el que ya tiene una experiencia y se siente
satisfecho, cuando tenga que comprar una lavadora, seguramente optará por una
de la misma marca.
- Propaganda boca a boca. Los clientes satisfechos son la
mejor propaganda que puede tener una empresa, ya que al haber consumido nuestro
producto y tener una experiencia con el mismo, influyen positivamente en la
decisión de otros clientes potenciales. Además esta propaganda es un medio de
publicidad sin coste para nuestra empresa. Existen estudios que indican que los
clientes satisfechos comunican sus experiencias a tres personas, mientras que
los insatisfechos se lo cuentan a once por término medio.
- Reducción de costes. Mantener un cliente satisfecho en
nuestra cartera de clientes cuesta unas cinco veces menos que conseguir un
nuevo cliente.
- Insensibilidad a subidas de precio. En los entornos
empresariales business to business (B2B), los clientes satisfechos suelen ser
poco sensibles a las subidas racionales de precio. Estos clientes, al tener una
buena experiencia con nosotros, probablemente preferirán pagar un poco más
antes de arriesgarse a cambiar de proveedor.
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danielgarcialan65@gmail.com
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