lunes, 31 de julio de 2017

El fin de las bolsas de plástico

Un biólogo crea las bolsas de yuca, biodegradables al entrar en contacto con el agua.
Uno de los mayores enemigos del medio ambiente puede tener los días contados. El biólogo indonesio Kevin Kumala ha inventado bolsas de yuca que se biodegradan al entrar en contacto con agua, reduciendo así los 400 años que tardan en hacerlo las de plástico.

Un reciente estudio, publicado en 'Science Advances', explica que la producción de plástico por parte del hombre hasta el año 2015 asciende a 8.300 millones de toneladas de este material a nivel mundial. Asimismo, los científicos han previsto que para el año 2050, 12.000 millones de toneladas de residuos plásticos estén acumulados en vertederos o en la naturaleza.

Por este motivo, Kevin Kumala ha encontrado la manera de solventar un problema que amenaza al medio ambiente remplazando este elemento por unas bolsas biodegradables hechas con resinas de yuca.

Además de cumplir con la misma función que las bolsas cotidianas de plástico, cuando llegan a los océanos se degradan y se disuelven en el agua y no dejan ningún residuo tóxico y dañino para el ecosistema y las especies marinas.

Estas bolsas son el producto estrella de Avani Eco, la empresa encargada de confeccionarlas. La institución crea muchos más productos biodegradables con materiales como la caña de azúcar y la maicena. Esta idea ha sido considerada como una de las más innovadoras de indonesia y ha recibido el premio 'Most Valued Business Indonesia', que premia a las iniciativas más responsables con el medio ambiente del país.

Pero ante esta situación Greenpeace toma una posición de mayor sostenibilidad y no la considera la solución total al problema.
Mientras crece el número de ciudades o provincias que prohíben su uso, se promocionan estas bolsas alternativas supuestamente "ecológicas" o biodegradables que, por un lado, también contienen derivados del petróleo que liberan metales pesados contaminantes y por otro, en ausencia de políticas y programas de reciclado y recuperación de materiales, no presentan ventajas ambientales si son dispuestas en rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto.

Presentar a las bolsas biodegradables como una solución al problema promueve continuar con el consumo irresponsable de las mismas. El consumo y descarte de las bolsas de plástico lo que es parte de un problema mucho mayor, que necesita ser solucionado previamente, antes de que la biodegradabilidad de las bolsas juegue un papel realmente útil y positivo.


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