Las modernas lámparas eficientes de tecnologías LED no traen consigo la contaminación ambiental ni durante su uso ni después de terminar su vida útil, pues no contienen gases ni mercurio, como sí ocurre con las lámparas fluorescentes y/o las lámparas de vapores de sodio u otras.
A su vez las lámparas LED consumen menos energía que las lámparas fluorescentes y mucho menos que las lámparas incandescentes. Esto significa que demandarán en las horas punta menos generación termoeléctrica, que produce gases contaminantes.
En este sentido el uso de una lámpara LED contribuiría a la producción de 20 kilos de gases contaminantes, cantidad inferior a los 34 Kg que produciría un foco ahorrador (lámparas de bajo consumo) y mucho menos que los 150 kg que produciría un foco incandescente.
Así tienes dos razones poderosas para tomar conciencia de la importancia del uso de lámparas LED.
No solo te ahorran dinero, también son mejores para el planeta.
Fuente: RPP Noticias